En la Asociacion de Viticultores y Bodegueros de Ibias, estamos empeñados en :

  • Promover el EMPLEO y la ACTIVIDAD VITIVINICOLA en Ibias
  • Mejorar la PRODUCCIÓN, COMERCIALIZACIÓN y CALIDAD de nuestros vinos
  • Contribuir a la PROFESIONALIZACIÓN, FORMACIÓN y RECICLAJE de los profesionales del sector
  • Recuperar las VARIEDADES AUTÓCTONAS y promover NUEVAS PLANTACIONES
  • Fomentar la INVESTIGACIÓN CIENTÍFICO-TECNOLÓGICA en el sector
  • Preservar y difundir el conocimiento del PATRIMONIO ETNOGRÁFICO vitivinícola de Ibias

La tradición vitivinicola en Ibias

Un viñedo con historia


El origen más probable de los viñedos en Ibias se puede asociar al establecimiento del convento de Corias, allá por el siglo XI. Puede incluso que se deba a la extensión de las órdenes monásticas en el Reino de Asturias, consecuencia directa de la invasión musulmana a principios del siglo VIII o se remonte a la época romana. Sea como fuere, el caso es que los viñedos forman parte de la idiosincrasia de Ibias, de su tradición más secular. No hay pueblo, ya sea de la vertiente del río Ibias o de la del río Navia, que situado por debajo de los 500 m. de altitud que no tenga su zona de viñas. Suelen estar plantadas a media ladera, con fuertes pendientes y orientadas al poniente o al sur. Son mayoritariamente de pequeña extensión e imposibles de mecanizar. La formación de la vid es generalmente en vaso. La espaldera se utiliza en las nuevas plantaciones ya de mayor extensión. En los pueblos abundan las parras sobre sus caminos interiores y en las lindes entre fincas «os galleiros»

Emparrados tradicionales


Las parras están formadas por estructuras de madera que soportan la cepas lejos del suelo. En Asturias, estas formaciones solo se encuentran en Ibias. A Fernández Lamuño, en su estudio sobre los recursos económicos de Ibias en el año 1958 le llamó la atención la existencia de emparrados en todos los pueblos: “unos pies de castaño, con unos varales cruzados a poca altura, de forma que pueda pasar un caballo con su jinete por debajo, cubren grandes extensiones de caminos y plazas públicas, de forma que el viandante camina largos trechos a la sombra de los pámpanos». Las parras con su imponente vegetación desde mayo hasta octubre, procuraban una gratificante sombra en los meses centrales del año, cuando el calor aprieta sobremanera en Ibias

Nuestras uvas


Forman parte de la viticultura de Ibias tanto uvas tintas como blancas. Entre las uvas tintas cabe destacar la variedad mencía (mencín) como la mas extendida y la mas agradecida para su cultivo. También tenemos la variedad alvarín negro (tinto serodo) o el verdejo tinto, con vinos de insuperable calidad, aunque con un rendimiento inferior a la mencía. Entre las uvas blancas la reina insuperable, en cuanto a la calidad de los vinos que se obtienen, es la variedad del blanco verdín, muy cultivada antiguamente en las parras que cubrían las caellas de los pueblos.

Nuestros vinos


Los vinos de Ibias son suaves, afrutados y un punto de acidez que le da frescura, como características fundamentales. El Vino blanco se caracteriza por ser muy limpio e intenso en nariz con mucha complejidad aromática, predominando los aromas frutales muy vivos, frutas de pepita, matices de frutas de hueso y reminiscencias cítricas y de manzana. El vino tinto es de color rojo violáceo o rojo cereza, con aromas intensos a series florales, frutales, minerales y a veces balsámicas y/o especiadas.